
Hoy el dinero no sobra
en Bonn, y su ayuntamiento
a las putas, de momento,
un parquímetro les cobra.
Y esta absurda maniobra,
es una pifia absoluta,
que a los boneses los muta
en meros chulos de puta.
No han pensado en el detalle
que produce el esperpento,
de que el propio ayuntamiento
promocionando se halle
el “ayuntarse” en la calle
en conducta disoluta,
que a los boneses los muta
en meros chulos de puta.