Pocos días después del estremecedor linchamiento televisado, al dictador libio Muamar Gadafi, me entero de que ha aparecido en el diario Gara una esquela para participar de la muerte del estrafalario exlíder africano.
Uno, mirando el elogioso redactado, no puede más, que evocar los tiempos en los que se sospechaba que la Libia gadafista era un paraíso para los etarras, dónde hacían sus campamentos veraniegos de entrenamiento, tolerados por el occiso dictador.

Encadeno unos cuantos tercetos octosílabos, rematados con una décima espinela para ilustrar lo que pienso del asunto:
Muere el malvado Muamar,
a manos de una milicia,
torturado hasta espichar,
y pensando en la noticia
de repente, rememoro,
con mi malvada malicia,
cómo, cuando, al líder moro
viajando por occidente,
todos los nuestros, a coro,
recibían cortésmente,
con honores y banquetes
y con un lujo indecente.
Y hoy ese coro, malmete,
y lo entrega a sus captores
que con él, se dan filete,
y después, esos “señores”,
les cobrarán la factura
que les va a costar horrores,
pues la guerra es una usura
y más, con gas y petróleo
añadido a la mixtura.
Al moro de la morería,
Gara hoy, nos rememora,
Gara hoy, nos rememora,
quizá acordándose, ahora,
que a etarras cobijaría.
El panfleto, al menos llora,
al que en tiempos, con su gente,
fuera anfitrión diligente.
Su amnesia no se desata,
que no, por ser una rata,
se ha de ser inconsecuente.
2 comentarios:
Es sabido que este moro
experto en subirse a parras,
de anfitrión de los etarras
ejercía sin decoro;
su muerte yo no la lloro
y me la deja muy fría
que el moro no es cosa mía,
mas considero imprudente
la que ha montado occidente
instaurando la sharía.
No te metas a tirano
mucho cambia la Fortuna
los que ayer besaron tu mano
hoy con ardor de miliciano
sin piedad cristiana alguna
con saña mas bien lobuna
bien te ensartan por el ano
Publicar un comentario