EL ABUELO SÚPER

Comento, a ritmo de liras cual Fray Luís, una noticia aparecida ayer en La Vanguardia:”Un anciano de 71 años en la ciudad de Chongqing (centro de China) bebe gasolina y queroseno desde hace 42, ya que según él son buenos para la tos y los dolores de garganta, informó hoy el diario Global Times. El anciano, llamado Chen De y con una apariencia frágil (metro y medio de estatura y muy delgado), dijo que cada mes bebe entre tres y cuatro litros de gasolina. Recuerda que empezó a consumir queroseno en 1969, cuando una persona se lo recomendó como remedio para tratar una tos muy fuerte que lo aquejaba, y siguió haciéndolo al confirmar que el combustible era efectivo para suavizar la garganta. La gasolina llegó después, cuando la venta de queroseno se redujo en el país asiático”.
Alguien tendría que decirle al abuelo que hay que ahorrar energía:

Es Chongqing, en la China,

la gran ciudad que acoge, en su seno,

a un viejo, que alucina,

ya que bebe, sin freno,

ruinosos chupitos, de queroseno.

Le hace su mala vida,

tirarse a beber en forma abundante,

y ese afán aberrante

le arroja a la bebida

de todo lo que suena a carburante.

Lo han sabido doctores,

y dicen al anciano que hace mal:

Pues, que causa dolores

y úlcera duodenal,

ya bebas súper, o bebas normal…

Conoce al jubilado,

su banda y se calla, muy sibilina,

y si queda parado,

el grupo dictamina,

que se habrá quedado, sin gasolina…