Habíamos sido testigos del nacimiento de nuevas modas y tendencias, nuevas tecnologías, nuevas naciones, nuevos sistemas económicos y políticos, e incluso nuevas civilizaciones… Pero hasta ahora, muchos de nosotros, no habíamos visto nacer islas nuevas…
Que se sepa, al menos desde los tiempos de Plinio el viejo (allá por el año 50 y pico), en los que aquel historiador romano ya se refería a las Islas Canarias como las islas afortunadas, siempre han estado allí, imperturbables y maravillosas.
Y mira tú por donde, muchos siglos después, vamos a tener la ocasión de ver el alumbramiento de lo que podría ser una isla de nuestro archipiélago, y por mor de las nuevas tecnologías de la información, podremos ver en directo, como nuestro planeta va a parirla, con sangre, sudor y lágrimas incorporadas, sin toallas pero con gran cantidad de agua caliente… Nueva isla afortunada, afortunada de nacer rodeada de canarios.
¿Se merece eso un soneto, o no?:
Vapores emergentes del subsuelo
se alzan en rijoso espumarajo,
y libran con potente escupitajo
los diablos del infierno y su desvelo.
El magma se desprende del vitelo,
placenta de una isla, que al refajo
del mar, con gran violencia le abre un tajo
y nace como un parto a contrapelo…
Cuando los piroclastos se remitan
y el humo y la ceniza se le extinga
dejando atrás las llamas arriesgadas,
cuando las condiciones lo permitan,
verá la población de La Restinga,
que hay una nueva isla afortunada.
3 comentarios:
D. Intermitente:
Sensacional, su soneto, magnífico, plas plas plas plas plas y no solo desde el punto de vista de la poesía sino también del de la geodinámica interna y vulcanología.
Solo discrepo en lo de aplicar el calificativo de "afortunada", porque con el gobierno insular que se gastan y el nacional que aún tenemos, si aún no ha emergido la isla es por miedo a unirse a las desgracias, jajaja.
Esperemos que no la reclamen los moros, jejej.
Saluditos.
Buen soneto, InTErmITenTe. Habrá que colonizarla pronto si no queremos que alguien se presente a plantar perejil.
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