EL TESORO DE LA PRINCESA

Leo una noticia en Vanitatis: “el New York Times ha incluido unas declaraciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein a propósito de su amistad con el rey don Juan Carlos. La intervención de Corinna en el artículo tiene lugar cuando se trata el polémico episodio de la cacería de Botswana en el que acompañaba a don Juan Carlos. Tras negar haber tenido alguna vez relación sentimental con el monarca, la princesa alemana lo califica como un "tesoro nacional". Sus declaraciones van más allá y describe la impresión que produce don Juan Carlos: "Cuando entra en una habitación radia calidez y carisma y conecta con todo el mundo. No deja a nadie indiferente", asegura. También reconoce su papel como "asistente estratégica del gobierno español".  
Cabría preguntarse en qué consiste tal estrategia… 

Lo cual me recuerda otra noticia publicada hace poco también en Vanitatis, en la que se podía leer que los médicos del monarca español le recomendaban “cambiar de estrategia” y no viajar con la tal Corinna, por el bien de su salud. 

Entrelaza ambas noticias este humilde soneto con serventesios que las acompaña...



Nos dice que el monarca "es un tesoro"
la que parece ser la concubina
que le acompaña en plan chica del coro,
y que es más conocida por Corinna...

Y clara, como el líquido incoloro,
mi mente, con malicia, se imagina
que llama al Rey "Tesoro", sin decoro,
a todas horas, o es una cretina.

En todo lo que hará con la alemana
y en ese esfuerzo, de manera expresa,
el médico del Rey, piensa y se aterra,

y le prescribe ayuno, y vida sana,
pues cree que la teutona es piratesa
de aquéllas que el "Tesoro" al fin, entierra...