MADRID ¿20020?

El proyecto olímpico de Madrid 2020 ya tiene imagen. Y el nuevo logo de la candidatura ha nacido (y quién sabe si ya ha muerto) en el centro de la polémica, puesto que su diseño, partiendo de la creación de un joven estudiante aragonés de artes gráficas, Luís Peiret, fue modificado arbitrariamente por la empresa TAPSA, hasta convertir su propuesta original (que evocaba la Puerta de Alcalá, con los colores de los anillos olímpicos en cada una de sus arcadas) en una supuesta mano, de cinco dedos de colores diferentes, cerrándose en un puño. Cinco colores que de ser el símbolo olímpico del diseño original, pasaban a ser de elección arbitraria al cambiar el color negro (que vendría a representar al continente africano) por un malva o un rosado según se mire, supongo que por ser mucho más "politicamente correcto"... 

Casí al momento de hacerse público, Twitter se convertía en un hervidero, en donde se ponía de vuelta y media el diseño de marras.

Quizá el problema más grave que presenta el emblema, es el equívoco que genera su tipografía, puesto que donde debería leerse "2020", al haberse escrito con el anagrama “m20” y cortársele torpemente los caractéres por su parte inferior, parecería más que dice “20020”, con el subsiguiente cachondeo internetero. No es la única polémica que el dibujo ha suscitado, puesto que al cambio del África negra por el África rosa, habría que añadir que “Madríd” presenta una tilde incorrectamente colocada, que no sirve más que para acentuar el papanatismo del diseñador cursi, que la haya incluido.

O sea, que "Madrid 2020" -o "Madríd 20020" según se mire...- nace de culo, puesto que ya de entrada, están haciendo el indio. Esperemos que todas estas tonterías se corrijan y no trasciendan en el extranjero, donde han de valorar la candidatura. Les ilustro la noticia, con unas cuantas pavanas:

Que Madrid pierde los nervios con el tema,
pues no puede a la Olimpiada hincar el diente,
se le nota; que eligiéndose el emblema
le colocan al cartel veinte mil veinte:
De entrada se degüella,
y entrega la querella,
pues ya ven medio vacía… ¿la Botella?.

De nervios en la Sede hay una hartura,
ya que en ella el fatalismo, les acosa,
y al huir de aquello en la candidatura
hasta el África más negra se hace rosa.
Pues un cabeza hueca
que de incultura peca,
al anillo negro lo ha pintado… ¿en Chueca?.

Las arcadas del diseño referido,
unas criticas feroces e indiscretas
han sufrido -y sin dudar han merecido-,
pues parecen un muestrario de chancletas.
Pone tilde en la í,
y eso no es baladí;
pensará que se pronuncia así: ¿Madrí?.