AL CABO DE LA CALLE

El nuevo alcalde del PP en Sevilla, Juan Ignacio Zoido, cumpliendo una promesa electoral, y según dice él, no por revancha (qué va…) sino atendiendo “a la voz de los vecinos”, ha aprobado la propuesta de cambio de nombre de la Calle Pilar Bardem, por el de Calle de Nuestra Señora de las Mercedes.

Por lo que se ve, la iniciativa aprobada no hacía más que recoger la reclamación secundada por 2.300 firmas recogidas por la local Hermandad de Santa Genoveva, en la que se pedía el cambio de nombre, voluntad que se apoyaba en el hecho de que la propia actriz había despreciado el honor otorgado, al no acudir cuando se rotuló la calle, llegando a manifestar con su proverbial mala educación y desdén, que había nacido en Sevilla “por accidente”.

La estrambótica historia del nombre de la desafortunada calle sevillana viene de lejos: Resulta que antes de colgarle el Sambenito de la ceja, se llamaba Calle del General Merry, circunstancia que se hacía absolutamente angustiosa para los promotores de la Ley de la Memoria Histórica. Supongo que el hecho de que Don Francisco Merry Ponce de León, fuera general, era un oprobio para todos aquellos que perdieron la Guerra Civil, lo que es humanamente comprensible. Pero lo que sucede es que este señor fue, militar, general, y héroe de la guerra, pero ¡la de Cuba!... y ya estaba más queretirado en tiempos de la contienda civil española. Luego, ahí la primera cagada…
La segunda, considerar que el cambio de nombre tenía que ser por alguien especialmente significado en la acera de enfrente, por aquello de compensar, sin ni tan siquiera preguntarse si el personaje de marras estaba ni mínimamente interesado. Como sucedió con la Bardem. Segundo esperpento.
La tercera, a mi humilde entender, es el darle a la calle el nombre de Nuestra Señora de la Merced, que no merece una, sino todas las calles de Sevilla, puesto que coloca a la Virgen en disposición de ser agraviada cuando sean los otros los que gobiernen. Espero que no lleguen a tanto, pero cosas peores hemos llegado a ver. Por el momento, la propia “desinteresada”, en una actitud loable (y poco característica en ella) se ha manifestado favorable, diciendo que “es el nombre de una Virgen muy guapa y además yo soy muy de vírgenes”. Sin entrar a valorar lo que significa la frase, parece que por lo menos mantiene un tono positivo.

Yo desde luego, a la pobre calle y a sus vecinos, les hubiera colgado un nombre poético y que la definiera, como Calle del Desencuentro, o de La Revancha. 

En fin, ahí les dejo unas décimas engarzadas explicando alguna clave oculta del tema:

Es habitual que se explaye
si al PP jode y provoca…
Su verborrea desboca,
no calla, y con una calle
que en Sevilla le dedican,
la premian y así vindican
la voluntad que no ceja
de esta musa de “La ceja”,
que ellos mismos, ni se explican…

No se lo tomen a mal,
que era su “ceja”, el motivo
del torpe ceremonial,…

que actrices, como ella, ha habido
infinidad, y mejores,
que no tienen los honores
que Bardem ha recibido
sólo por ser del partido…
Mas las tornas, han cambiado:
Manda en Sevilla “el odiado”
PP, al que ha faltado tiempo
de mandarla a tomar viento,
y en él, su calle, ha volado…

Que Pilar no se nos raye
que en Sevilla al menos, deja
de ser “mujer de la calle”.