CUANTO MÁS VIEJA, ¿MENOS PELLEJA?

Leo en LaVanguardia: “María Teresa Fernández de la Vega, reapareció ayer miércoles en un acto de la Fundación Mujeres por África de la que es impulsora y presidenta. La presencia de la que fuera vicepresidenta del Gobierno ha causado un gran revuelo, sobre todo, porque estaba muy rejuvenecida. María Teresa Fernández de la Vega, de 62 años, ha aparecido con un estilo más juvenil, el pelo más largo de lo que solía llevar cuando era vicepresidenta y sin apenas arrugas en su rostro y cuello. Los periodistas presentes le han preguntado acerca del cambio y ella lo ha justificado diciendo que había engordado siete kilos, aunque en su figura no se apreciaban. Pero lo cierto es que el radical cambio se debe a una intervención de cirugía plástica realizada, al parecer, por el doctor Enrique Monereo. Su compañero, el doctor Antonio Tapia, nos confirma que a la ex vicepresidenta del gobierno se le ha aplicado un lifting muscular, una práctica que se efectúa desde detrás de las orejas y que permite, una vez se ha movido la cara por completo, dejarla de nuevo en su sitio sin que cambie la expresión, aunque habiendo anulado todo síntoma de envejecimiento”. 

Igual también puede influir no tener que coincidir todos los días con Rubalcaba y Zapatero. ¿Quién sabe?... Les escribo un poco habitual soneto con serventesios dodecasílabos para ponerle el puntillo irónico a la noticia que tanto nos caracteriza:


La ex-ministra doña Tere de la Vega,
del pellejo que forraba su estructura
se despoja, tras hacerle corta y pega,
pues quitaba a su presencia la frescura,

diligencia y donosura palaciega
que tenía por su atuendo y vestidura,
ya que gasta más que mantas en Noruega,
en vestidos estilosos de locura.

Se ha quitado tanta masa del pellejo
que no falta el que aconseje, mal pensado,
que aproveche, que sin duda esta es la hora,

de que invierta algo del cuero aquél tan viejo,
que estirando habrán cortado, y ha sobrado,
para hacerse un bolso y una cazadora.