Es decir, que aquí en Cataluña, donde castellano y catalán son lenguas co-oficiales (lo que, a pesar de todo, quiere decir que son oficiales las dos), si eres discapacitado y crees que has de pedir una ayuda por ello, ten cuidado con el idioma que usas, puesto que es más decisivo para conseguirla, que lo hagas en un perfecto catalán, al hecho de que tu discapacidad te haga merecedor de ella.
Como decía una campaña de sensibilización ciudadana para con los discapacitados en Barcelona, hace unos años, "Somos capaces" (som capaços)... sí, capaces de todo...
Valga este soneto como triste advertencia para los que estén en este penoso trance:
Si tienes hemiplejia y nada puedes
mover, sentir, y hacer bajo tu ombligo;
en Cataluña, en serio, yo te digo,
vigila, si es que pides, como debes,
la ayuda, que no sea que te quedes
sin ella, por buscarte un enemigo
a quien lo que te pasa, importa un higo,
si no eres pececito de sus redes.
Tendrás movilidad tan reducida
que no puedas salir a ver el sol
y triste, estés postrado en una silla,
que si, por esas cosas de la vida,
les pides subvención, ¡en español!!,
responderán que estás de maravilla.
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