“Tras arrebatar los Reyes Católicos el último reducto de la dominación musulmana y camino a su destierro, Boabdil no osó girar la mirada hacia Granada, y sólo cuando estuvo sobre la última colina, se detuvo y observando por última vez su palacio suspiró y rompió a llorar, siendo su propia madre, la Sultana Aixa al-Horra quien le dijo: "Llora, llora como mujer lo que no supiste defender como hombre". (Extraído de Wikipedia).
Hace unos pocos días, Pérez-Reverte se hacía eco de una estrambótica noticia, en la que se contaba que la Junta de Andalucía, por mediación de un proyecto impulsado por su Consejería de Medio Ambiente, había editado una “Guía sobre comunicación socioambiental con perspectiva de género”, o sea, un manual cuyo objeto es conseguir que los andaluces y andaluzas, Andalucía todos, utilicen un pulcro lenguaje eco-feminista, y así evitar el actual “androcentrismo” imperante.
Del repaso que Perez-Reverte le pega al documento de marras, entresaco este pasaje donde nos describe algún ejemplo de los citados en la mencionada guía para evitar el lenguaje machistoide:“…mi recomendación favorita del informe juntero -me pregunto cuánto costó, y a quién arregló el año la subvención, o mandanga- es la que critica la frase «Páez estuvo magnífico en su intervención y la señora Martínez iba muy elegante» y exige cambiarla por «Páez estuvo magnífico en su intervención y la señora Martínez realizó unas aportaciones muy inteligentes»; dando por sentado que la señora Martínez, sea quien sea, y por el hecho de ser mujer, tiene que aportar inteligencia por cojones”. Desternillante, como siempre, el buen escritor cartagenero.
Pero el colmo de los colmos, se produce cuando la publicación andaluza considera que la frase «no llores como una mujer», no debe usarse en ningún caso, y que debe sustituirse por un correctísimo «no llores pues no tienes motivos para ello», lo cual deja a las claras lo absolutamente desaconsejable que es que nadie vuelva a referirse a la leyenda, según la cual, la madre de Boabdil, recriminara a su hijo la pérdida del imperio nazarí de manos de los cristianos, so pena de quedar como un cochino machista, xenófobo, y criminal socioambiental, como poco…
En esta jornada vil
en que perdimos la casa,
si la pena te traspasa,
no me llores, Boabdil…
No por poco varonil,
que es lenguaje poco serio
el soltar ese improperio.
Deja ese lloro emotivo
que no hay razón, ni motivo,
aunque pierdas un imperio,
y un palacio, y una casa,
deja el lloro y el resuello,
y así, no te diré aquello
de que pareces sarasa…
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