martes, 6 de marzo de 2012

¿QUÉ HAY DE MI GINTONIC?

Leo en el extraconfidencial.com un contundente artículo de un inspirado Dionysos, en el que se llega a afirmar, con más razón que un santo, que “bajo la escusa de potenciar los sabores naturales de cada ginebra, los nuevos bármanes se empeñan en “decorar” nuestra copa con pétalos de rosa, regaliz, hierbabuena, granos de café, canela, pomelo, pepino, perejil, patata, enebro, regaliz, calabaza, frambuesa, cebada, anís y un larguísimo etcétera.
A todos estos grandes entendidos les pedimos que por favor no hagan de nuestra ginebra un huerto.
Más allá del efecto óptico de ver nadar por tu copa un pétalo de rosa o bolitas de pimienta, la mayoría de estos adornos no hacen otra cosa sino que cambiar el sabor del combinado resultante. ¿De qué sirve pedirte una ginebra determinada si el sabor final va a distar mucho del original? 
Y todo esto por no hablar de las innumerables tónicas que han aparecido siguiendo la estela de este fenómeno de difícil explicación. Sinceramente dudo que haya mucha gente, al menos en nuestro país, preparada para diferenciar el sabor de todas estas nuevas, y algunas francamente acertadas, tónicas. Y si pequeño se me antoja el número de bebedores que pudieran hacerlo, todavía más reducido sería el de los que pudiesen apreciar si la burbuja se “ha roto” o no". 

Todo esto, no hace más que ahondar en el efecto multiplicador que esta moda ha propiciado para que aflore, irresistible, una nueva especie en nuestros bares, barras y terrazas; el “tonto del Gintonic”, descrita maravillosamente por Francisco robles en el ABC andaluz, tiempo atrás:” El tonto del gintonic le echa tantas yerbas y especias al mejunje que acaba escupiendo bayas y musgo como si se hubiera caído, con la media papa, de boca en un Belén colmado de serrín y verdina. El tonto del gintonic elige copa de balón para meter la nariz o vaso de sidra para moverlo sin cesar. O copas de borgoña que nada tienen que ver con aquellos rancios vasos de tubo donde se bebían, hasta antier, los cubatas de Garra&Font de Anta con cocacola. ¿O es que esta moda del gintonic premium no es la mayor novelería que hemos importado de la cursilería madrileñí? No hace mucho éramos carne de Calisay o de Licor 43, por no hablar de la reciedumbre del aguardiente seco o del coñac de la malla. Pero la posmodernidad es así. Pasamos del 850 o el 1430 a la gran cilindrada... y después no hay forma de pagarlo...". Impagable.

Pongo mi granito de arena en la denuncia, con un soneto con estrambote, para ver si conseguimos que dejen de tematizar nuestras bebidas:


Que venga un erudito, y que me mate,
pero aunque a muchos cueste hasta creerlo,
en tiempos, no era todo un disparate
decir así: “¡Gintonic!”… Y obtenerlo.

Si hoy quieres refrescarte en el gaznate
te encuentras, sin quererlo (¡ni beberlo!),
sumido, por sorpresa, en un debate
de cómo el camarero ha de traerlo…

Y no hay en este mundo quién convenza
al barman, de que no le eche pepino,
ni hojitas de lavanda, o cardamomo,

y bebes, sin quejarte, por vergüenza,
pues quedas como un bobo y un cretino
que de beber no sabe qué, ni cómo.

Que los demás dirán: “Es un hortera,
indigno de la copa de balón”,
si añades una tónica cualquiera,
y una simple rodaja de limón.

2 comentarios:

Tannhäuser dijo...

Magnífico, Intermitente
y pues de cursi no peco,
le secundo, diligente,
al Gin, (with tonic o en seco),
con limón es suficiente.

Old Nick dijo...

La Solución, es Sencilla,
Buen Amigo ImPeRTiNeNtE,
Al Barman,Que te Presente,
Un CockTail de Pacotilla,
Échaselo por le Frente
Y Pide, Con Sonrisilla,
Vaso Tubo, La Botella,
La Tónica y El Limón,
Te la Sirves a Tu Gusto,
Con Hielo o Pura y Muy Bella
Y Si Ves Caras de Susto,
Presentas Reclamación.
¿Ves Como Es Muy Sencillo?
¡Menos Barmans-Baratillo
y Bebercio a Discreción!

Saludo, Aplauso,
Brindis
y
¡¡RIAU RIAU!!

 
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