LA MARISCADA NORMAL

El primer teniente de alcalde de la ciudad de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, de IU, ha colgado en su blog una fotografía comprometedora, en la que se le ve junto al principal imputado del caso Mercasevilla, el ex director general Fernando Mellet (famoso por sus “comisiones” ilegales), posando frente a una kilométrica mariscada, con la intención de desactivar su inminente publicación por parte de un medio hispalense. 

La cosa no pasaría de la anécdota curiosa si no fuera porque el mencionado edil sevillano ha reaccionado con una virulencia impropia (¿excusatio non petita, accusatio manifesta?), a las preguntas de los periodistas, llegando a decir que “No tengo nada que ocultar ni de lo que avergonzarme. Me niego a considerar un hecho normal como si fuera un escándalo. Esto forma parte de una campaña orquestada para generar una imagen mía como si fuera un despilfarrador y pérfido comunista, y nada más lejos de la realidad. Llamo a la serenidad de los demócratas. ¿No puedo comer marisco en una feria del marisco; ni jamón en la feria del jamón? ¿El marisco es sólo para Javier Arenas o Juan Ignacio Zoido?”. 

Cuando quizá lo único que interesaba saber eran unos pocos, aunque más interesantes datos… Por ejemplo, ¿Quiénes se comieron la mariscada?, ¿Cuánto costó la mariscada?, ¿Quién pagó la mariscada?, ¿Por qué se pago la mariscada?... A que es más fácil contestar eso, sin ambages, que tratar de hacernos comulgar con la existencia de conspiraciones de la derecha política, empresarial y mediática de la ciudad de Sevilla, orquestadas en la oscuridad, para descabalgar de su puesto a este Señor...

Porque la clave está en saber si este señor, comunista o no, se paga sus vicios o se los pagan otros… Aunque, por lo que se ve, poco le importa, como se entiende de sus manifestaciones posteriores, “Ya veremos cómo se pagó, ya veremos, pero tanto si se pagó con dinero público como si no, me niego a que se me criminalice algo que es perfectamente normal”, calificando el banquete como "una actividad normal, propia de cualquier representante público"…

Pues que quieren que les diga, a mí, oir hablar de tanta “normalidad”, hace que me tiemble el bolsillo… 

¡Yo me pido una centolla… 

esas gambas también quiero… 

una cigala… y un mero, 

que me paso por la polla, 

lo que diga el mundo entero 

sobre esta Comisión! 

(“comisión y bebesión…”). 

Promocionar el marisco, 

sin que me monten un cisco, 

es tan solo, mi intención… 

Eso sí, esto lo ruego,

que quede claro, señores: 

Lo que es yo, no pago luego…