Érase una ministra malcarada,
érase un orejón legislativo,
érase martillo, yunque y estribo,
érase una elefanta cabreada.
Era una parabólica estropeada,
érase un pabellón no deportivo,
érase un conejito muy esquivo,
érase Minnie Mouse, más orejada.
Era como vela de cañonera,
érase la pantalla de algun cine,
fabricante de cera es lo que era.
Una gran orejosa, de alucine,
que sólo pone oído, a quien la quiera,
y “sinde-cencia” bien nos la define.
4 comentarios:
"érase un conejito muy esquivo"..un poco confuso...
Jodeeeer y Cóm estáis de Sembrado y Artístico, Amigo Impertinente.
A fé que me Huelgo Leyendo algo tan Simpático y Erótico-Festivo-
¡Nada Menos que un Canto a la OREJOTAS SINDE_CENCIA!
¡PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS!
¡Mi Maestro Don Francisco, Hubiese estado Orgulloso de la Paráfrasis, a fé que sí!
Lo peor es que según Yo, "La Mierda a Todos Hermana" y los Miserables Zaputónicos y los Cretinos Mariánicos, SIEMPRE ESTÁN E ACUERDO PARA JODERNOS A TODOS, LES VOTEMOS O NO, Como es Mi Caso.
Un Cordial Saludo
y ¡¡¡RIAU RIAU!!!
Efectivamente,
está usted sembrado
Don Intermitente.
Celebro que les haya gustado
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