El flamante presidente de la Comisión de Sanidad en el Congreso, don Gaspar Llamazares (sí, el de IU) preguntó en sede parlamentaria cuál había podido ser la razón ("dificultades económicas o desidia") para que el gobierno de nuestro país, adeudara desde el año 2009 las cuotas debidas al Centro Internacional de Investigación en Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), perdiendo por ello, vergonzosamente, el derecho a voto en el mismo.
Según se puede leer en varios medios, “el diputado de IU considera que se trata de un "fiasco" para la sanidad y la investigación española sobre el cáncer, sobre todo teniendo en cuenta que cada año se diagnostican en España unos 200.000 nuevos casos de este conjunto de enfermedades, que constituyen la primera causa de muerte en hombres y la segunda entre las mujeres”.
El Ministerio de Ciencia e innovación, argumentó que un desgraciado “error burocrático” había sido el causante de que se produjera esta circunstancia debido al traspaso de competencias con el de Sanidad hace tres años, “reconociendo no obstante que están trabajando con Sanidad para solucionar "cuanto antes" este problema y poder reactivar los pagos”.
Y dicho y hecho. El “malentendido” que duraba tres años, se solucionó en unos pocos minutos, y al rato se podía leer en Europa Press: “Según han informado fuentes del Ministerio de Ciencia, el Instituto de Salud Carlos III, encargado de la representación institucional y científica de España en este organismo, ya ha realizado una transferencia de 850.000 euros correspondiente a la cuota de 2011, por lo que podrán participar en la toma de decisiones en la próxima reunión, que se celebra el jueves. Además, han llegado a un acuerdo para solucionar la deuda pendiente de 2009 y 2010, de 750.000 y 850.000 euros respectivamente, dado el interés de Ciencia de seguir formando parte de dicho organismo.
Suponiendo, que la OMS y el CIIC, han estado reclamando durante estos años la cantidad adeudada sin obtener respuesta, tantas veces, como para que dicho organismo internacional se viera en la tesitura de tener que echarnos, se tendrá que decir que la prontitud en la solución del problema, no sólo no conforta, sino que evidencia lo poco que hubiera costado hacer las cosas bien, y aflora bien a las claras la desidia y la falta de compromiso de nuestro gobierno con la investigación contra una de las enfermedades más terribles que azotan a nuestra sociedad. Aparte de hacernos caer en el ridículo pasmoso en instancias internacionales, con la pérdida de imagen que ello conlleva y por la que no podemos más que felicitar, una vez más, a nuestros dirigentes.
Gracias a Dios, Llamazares se dio cuenta (Bien por Gaspar), tres añitos después:
Si no fuera por Gaspar
Llamazares, qué alboroto,
perderíamos el voto
y el poder participar,
y todo por no pagar
la cuota de la inscripción
en esa gran Comisión
que la OMS ha organizado,
y lucha contra el malvado
cáncer, como misión…
Todo fue malentendido
entre Ciencia y Sanidad
y además, por vanidad,
pues según hemos sabido,
una dura pugna ha habido
entre nuestros Ministerios
defendiendo sus criterios
puesto que ambos a la par
querían, los dos, pagar,
entre medio de improperios.
Y en la pugna, y en la lucha
quedó el dinero guardado,
de cada cual, en su hucha,
y al final se han olvidado.
Vaya escusa más blanducha…
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