Un reportero que pretendía entrevistar a Mercedes Milá, tras habérsele otorgado el premio Limón, fue sobado en sus partes más nobles por la longeva presentadora de Telecinco, así sin más… Estas abanderadas del feminismo, en cuanto pueden, catan un poco de lo que tanto critican… Y pretenden ser graciosas:
Te dan el premio limón,
que suele ser reprimenda,
y eso no hay quien lo comprenda,
Merceditas, corazón…
Y no encuentro una razón
para que te den tal cosa,
pues eres tan cariñosa
con los miembros de la prensa,
que creo que es una ofensa
a la verdad rigurosa…
Porque Mercedes Milà
no es una bruja, ni nada,
ni está mayor, ni gagá,
es cariñosa y modesta,
y el premio no se merece.
La mano alarga y ofrece,
al apretón predispuesta,
tan notoria y manifiesta
que en su ademán, adivinas,
que es igual que las gallinas,
que a los huevos, amorosas,
acarician bondadosas,
y lo hacen sin pamplinas…
Y el tender, franca, la mano
no es sinónimo de malo,
sino de ser muy humano…
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