EL SORTEO

El sentir popular estaba impregnado de lo que Shakespeare, en labios del insidioso Ricardo III dio en llamar el “invierno de nuestro descontento”. Sumidos en ese frío, por las nieves mal esperadas, por los apagones mal gestionados, por la crisis que no existía, por la desinformación, por la despreocupación por los temas reales, por la preocupación por los temas irreales, por el Tribunal Constitucional, por Garzón, por el burka, por las consultas, por los brotes verdes, por tantas y tantas estupideces con nuestro dinero que no tenemos, por todas esas cosas, y más, el descontento se introdujo en los entumecidos miembros de la gente de la calle. Sólo acertábamos a resoplar nuestros deditos para echar un hálito de calor a la palmas de la manos… buscábamos mantenerlas calientes. Queríamos tenerlas preparadas. Para cuando las soltáramos a pasear. Deseosas de estallar en los mofletes del primero de estos vividores que se nos pusiera por delante. El català emprenyat.

Había sorteo, y el bueno (es un decir…) del alcalde, compra el boleto. Nos pone la mejilla de modo cristiano, con generosa actitud. Los sonrosadotes mejillones a flor de piel. Un minuto, una semana de silencio. Que viene la ola, que viene. Tsunami. Arremángate que va… ¿No querías participación ciudadana? PLAAAAAAAAAAAAFFF.

He leído los resultados, alcanza a contestar mientras masajea su maltrecha cara humeante. He leído los resultados, esta vez sí que funcionaba el ordenador. Os ofrezco la cabeza de este Señor. Sí hombre, Carles Martí,... ¿Que no le conocéis?, ¿que no fue él, el que defendió en televisiones y radios la consulta de la Diagonal?… ¿que el responsable ante vosotros era yo?... ¿No os basta con lo mal que lo he pasado?...Qué falta de humanidad...

No confiaron en ti,

pues entendieron muy mal

que el rollo de la Diagonal

no había nacido de mí.

Fuiste tú, Carles Martí,

quien me metió en el abismo,

por tu estúpido optimismo,

yo, que soy tan buen alcalde,

me mee fuera del balde

y por un poco, me crismo…

Ten ahora la certeza,

que el fallo que se destaca

como haber pisado caca

es de gran naturaleza,

y te cuesta la cabeza…

¿Qué también yo la he cagado,

y el tema me ha salpicado?,

¿Tendría que hacer lo mismo?...

Hago acopio de cinismo,

y asunto solucionado…