viernes, 21 de mayo de 2010

PR-17


"Tenemos que empezar a hablar de forma muy seria de este futbolista. Para nosotros es vital, fundamental. Ya es uno de los grandes del equipo, supera siempre todas las expectativas. Pedro es el ejemplo" esto fue lo que Guardiola, gurú del buen fútbol mundial, dijo, tras el derbi contra el Madrid, de su pupilo de 22 años, un chaval que había ido sorprendiendo a todos en el transcurso de la temporada.

Tres años antes, Pep volvía a “su casa” a iniciar desde abajo, la aventura de los banquillos en el Barça B, en la tercera división catalana. En los informes de altas y bajas de los chicos a los que iba a entrenar, destacaba uno, negativo, sobre un tinerfeño pequeñito, con nombre pequeñito, y ego pequeñito, fichado un par de años antes, de rebote. Aquel informe sorprendió a Guardiola, en él se decía, poco más o menos, que el chico trabajaba como nadie en los entrenamientos, pero después no rendía en los partidos. Supongo que en aquellos años (los del Ronaldinho más manta, los del Deco desaparecido, los del Eto’o cabreado, los del Márquez en la farándula) eso de que un futbolista “trabajase en los entrenamientos”, le convertía en una rara avis. A ojos de Pep, una especie a proteger. Y el chico se quedó.

Gracias a Dios, porque se recuperó para la causa, un jugador de banda, de los que ya no existen, y que tanta falta le hace a un sistema con tres puntas. Un trabajador incansable en el campo, y un chico normal fuera de él. A mediados de ese año, ya era indiscutible con el equipo B, con goles importantes, y entrenaba esporádicamente con sus ídolos del primer equipo. El día 12 de enero de 2008, la lesión de Santi Ezquerro deja un sitio en el banquillo del equipo blaugrana de División de Honor. La noticia le coge tan de sorpresa que no puede avisar a tiempo a su familia para que se desplace a verle desde Tenerife. Las circunstancias del partido, hacen que lo que era una mera presencia testimonial, signifique un debut inesperado. Pero más inesperada aún es la reacción del Camp Nou. El nombre del chico cae simpático enseguida y lo corea la grada (no sin una dosis poco elegante de choteo) en un par de ocasiones. “Pedriiito, Pedriiito”.  A algún otro, se le hubieran subido los humos. Puede que sí. Pero Pedrito, Pedro, está hecho de la pasta con la que se hacen los campeones humildes, con el mismo molde de Iniesta o Xavi. Y con total naturalidad, volvió a jugar en tercera a la semana siguiente, y la otra, y la otra, convenciendo de paso a Guardiola de que aquel chico pequeño era en realidad, un chico enorme.

El Barça no acaba bien ese año. Resultado: Moción de censura, y cambios importantes en el club. Se decide que el técnico va a ser Guardiola. Y al subir, podía haberse girado a sus chicos del Barça B y haber agradecido de boquilla y con grandes frases sus servicios prestados. Al contrario. Pep, se quedó con ellos hasta que acabó la temporada, y al iniciar su periplo entre los grandes, subió a los que creyó preparados. Un gran acierto. Pedro alterna apariciones en el primer equipo, con su participación en Segunda B. Y finaliza la mágica temporada del triplete con el enorme premio de jugar unos minutos de la final de la Champions Ligue contra el Manchester.

Esta temporada se vislumbraba como el retorno al glamour. Volvía Florentino, y de su mano, las presentaciones multitudinarias, y los nuevos galácticos, Cristiano, Kaká, Benzemá, Alonso…. El Barcelona contraatacaba con Ibrahimovic. Todo lo contrario a lo que Pedrito encarna. La llegada del portugués mediático del Madrid dispara los destellos de los flashes. La liga adquiere el distintivo CR9 (Por Cristiano Ronaldo). Con buen humor, y porqué no, mucho cariño, unos pocos alumbran una iniciativa en Facebook: “Preferimos a PR17 que a CR9” puesto que hay quién prefiere la gente humilde a la deslumbrante. Dicho sea con todo el respeto, lo cierto es que no es para menos, pues no en vano, este año, Pedro se ha convertido en el único jugador de la historia del fútbol que ha conseguido marcar al menos un gol en las seis competiciones oficiales de clubes durante una misma temporada: Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Liga de Campeones de la UEFA, Supercopa de Europa y Copa Mundial de Clubes durante el año 2009.

Ayer se supo que Pedro estará en el Mundial, con la selección española, en esa fiesta que cada 4 años reúne a los mejores futbolistas del globo. Y ¿Qué quieren que les diga? Que no es para menos

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